miércoles, 10 de agosto de 2011

Escritos de una mujer etérea que se reinventa cada día

Biodanza      
Hoy en biodanza me he enamorado.              
Estoy por todas y cada una de las danzantes.
De una tomo, su frescura, de otra la timidez, la osadía, ternura, etc.
He gozado dándome a la seducción sublime.
La mímica perfecta para bailar, sin ropa porque me he quedado con poca cosa encima. 
Y como en estos casos, sin promiscuidad pero con descaro, me importa un comino, que me detengan y encierren, después de haber bailado.
Hasta las esporas se me iban a rendir a mis pies en esos momentos.
Mi liga, para Mari, para que no deje de quererme por lo descarada que soy.
Mi chica, Lorena, en esta ocasión. Ella ha soplado mi cuerpo. Su soplo de aire frío, y yo que soy aire caliente. Hemos formado juntas una borrasca, que ha sido la tormenta perfecta.
Sin lluvia pero con rayos, porque yo estaba, eléctrica.
El punto final lo puso cuando me acaricio el cuerpo, creí derretirme y me alegré de que a pesar de ser aire poseo también un cuerpo al que se le pueda acariciar.
Y después al revés, yo tuve el privilegio de obsequiarle caricias y mi soplo cálido, pues ella sentía frío.
Fue realmente gratificante.
Gracias Afrodita o perdona, porque te estoy haciendo la competencia. Me siento bella e importante.
Siempre le he dado importancia al hecho de importar.
Nunca antes le había importado a nadie por lo que soy.
Me voy acostumbrando al hecho de importar. 


Gracias chicas.
En mi vivir, os encontré 2010

Jaxone Gana


No hay comentarios:

Publicar un comentario