jueves, 25 de agosto de 2011

Desarrolla las diferencias emocionales sutiles

Disfruta tu sutileza en tu vida emocional


Lo que sabemos de la sensación de vitalidad es que incluye la capacidad de sentir una amplia gama de emociones, incluidas muchos matices sutiles entre, por ejemplo, el amor y el odio, el placer y el dolor, la felicidad y la tristeza, etc. Los adultos que están limitados a expresar y experimentar los extremos emocionales puros y duros suelen sentirse frustrados, agotados o simplemente estancados. Sienten de todo menos vitalidad.

Además, a menudo se encuentran atrapados en el círculo vicioso que resulta de aplicar una fuerza excesiva: aumentan los conflictos, dejan relaciones porque no saben encontrar una salida o luchan cuando en realidad les gusta ser amables. Somos como elefantes en una tienda de porcelana china.

Hasta que no sepamos controlar nuestra fuerza y nos permitimos desarrollar una gama de emociones más extensa, plena y sutil, es muy probable que notemos que nos falta algo en la vida, y será cierto.

Cuanto más podamos apreciar las diferencias emocionales sutiles en nosotras y el los demás, mejor podremos actuar en el presente; además, lo haremos con creatividad y sutileza


A fin de cuentas, la vitalidad se define, en gran medida, como el grado en el que somos capaces de vivir el presente y sentir la riqueza de nuestras emociones. Luego podemos desenvolvernos en la vida con energía y eficacia.

La vitalidad está íntimamente relacionada con nuestra vida emocional. Igual que sucede con el movimiento, podemos recordarnos a lo largo del día que debemos encontrar intencionadamente oportunidades para reducir nuestra carga emocional excesiva, y que, con ello, podremos observar  y sentir más nuestras emociones.

En este proceso, el cerebro distinguirá mejor y verá posibilidades, aprovechará cualquier ocasión para controlar mejor nuestra fuerza y para que seamos más creativas emocionalmente.




Anat Baniel. Movimiento consciente

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