Aumenta tu poder reduciendo la fuerza
La mayoría de nosotras hemos crecido con dichos del tipo: “para lucir hay que sufrir”, “quien algo quiere algo le cuesta”.
La idea de esforzarnos y usar más fuerza está grabada en cada una de un nuestras células. Además, el esfuerzo también nos ha reportado éxitos, y éstos refuerzan todo lo que nos han dicho al respecto…
Tendemos a aplicar una fuerza excesiva en el plano físico, emocional y mental.
Apretamos las mandíbulas, retenemos la respiración y ponemos caras divertidas al intentar sacar la tapa de un bote. Levantamos la voz y hablamos más deprisa cuando intentamos dar instrucciones de cómo llegar a un lugar a una persona que apenas entiende nuestro idioma.
Nos volvemos más sensibles cuando discutimos con un ser querido, como si con ello pudiéramos atravesar esa etapa que nos está haciendo sufrir.
Fotografía de Carlos Alberto Bau |
Cuando controlamos la fuerza y utilizamos sólo la necesaria, sintonizamos con lo que estamos haciendo en ese momento. Experimentamos todo lo que hacemos de un modo más sensual; sentimos más cuando tocamos. Oímos cosas que no hacíamos cuando nos esforzábamos tanto. Apreciamos diferencias sutiles, y los colores resultan más vivos. Sentimos más nuestro cuerpo, un nuestros músculos y huesos.
Cuando reducimos la fuerza, nos situamos en el presente y despierta nuestra vitalidad
Anat Baniel. Movimiento consciente
La foto la encontré en la red y es de un fotografo fallecido al cual le quiero rendir un homenaje poniendo su foto en su recuerdo
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