lunes, 11 de febrero de 2013

La rivalidad y la envidia entre las mujeres





La envidia y la rivalidad entre mujeres pueden llegar tan lejos que puede generar que las mujeres rechacen la amistad de otras mujeres.
La conducta más típica es la de ignorar a la mujer rechazada, actuar fríamente o hacer como si nada ha sucedido pero hablar pestes de ella en cuanto se descuida.
Así es como el cotilleo prolifera en los círculos femeninos. El cotilleo es mortal para las relaciones y también debilita el carácter y la credibilidad de las que lo practican habitualmente.
Quizás el efecto más peligroso de la rivalidad y la envidia entre mujeres es que las relaciones dejan de ser genuinas y las mujeres desconfían de otras mujeres.
De esta manera una puede pensar que es parte de un grupo de mujeres que la respetan y valoran pero en realidad a sus espaldas hablan de ella de maneras muy degradantes.
Aparte de la destrucción de relaciones y la incapacidad para cooperar unas con otras, el efecto más devastador es lo que hace a nivel personal.
 La rivalidad  y la envidia profundizan nuestros sentimientos de disconformidad. Esto nos hace más inseguras, desconfiadas, resentidas y hasta agresivas.
Si las mujeres en algún momento quieren  sanar  las relaciones necesitan buscar la manera de conciliar la verdad acerca de cómo han sido heridas por la rivalidad y por la envidia y cómo ellas también han herido a otras mujeres. Cada una necesita poner de su parte.

lunes, 4 de febrero de 2013

Apertura y confianza



YEMAYA                                                            
Redención

Ven con tus preocupaciones

Ven con tus aflicciones,

Ven cuando la vida sea alegre,

Ven cuando la vida te pese,

Ven cuando lleves demasiadas cargas

Ven cuando casi no quede nada de ti,

Ven cuando estés agotada,

Ven cuando quieras renovarte.

Pero, cuando vengas,

Lo único que te pido

Es que te sometas a mí,

A la madre océano de vida;

Mi acuoso vientre te espera

Para albergarte, para nutrirte,

Para darte la luz de nuevo, cuando te abandones

Y me lo entregues todo a mí.


Te nutres cuando te das cuenta de que la única manera de superar algunas situaciones es rindiéndote y abriéndote a algo más grande. Cuando nos abrimos y confiamos en la vida, permitimos que la energía de la vida opere en nosotras para conseguir lo que necesitamos.

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