El amor de mi tía Mª Puy
Ella se llevó de mí la peor parte.
Cuando Marisa se casó y se fue, algo muy feo se apoderó de mí y creo que descargué con ella.
Ella era y es ordenada, limpia… y yo pasé de ser una niña tranquila a revelarme con ella y con todos.
Era un duelo, yo entonces no lo sabía.
Así que ella y yo discutíamos… y ella desde su madurez veía claramente y entendía lo que me estaba pasando.
Es una mujer especial, una madre increíble… si algo recuerdo de ella desde siempre ha sido su buen gusto a la hora de vestir, de comprar algo para casa…
Me encantaría que se supiera ver y que no fuera tan crítica con ella misma.
Tiene un corazón enorme que disimula con su mala leche, pero creo que es muy auténtica.
He pasado muchos y buenos ratos con ella.
Me llevaba a las piscinas con sus amigas…
Y recuerdo que tenía mucho miedo a las avispas… y a los perros..
Puy me ha aportado más de lo que se cree.
A ella la he sentido como una hermana mayor y
si no hubiera sido por nuestras peleas no sería lo mismo…
La quiero muchísimo y es una grandísima persona.
Me siento afortunada de haberla tenido cerca.
Escrito por Laura C. Andia
Gracias Puy por tu valentía
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