Brisa y huracán
¿Quién me puede orientar hacia dónde soplar?
Yo soy aire y al igual que a un pájaro enjaulado me han cortado las alas.
¿Hacia dónde se dirige el viento desterrado?
Yo sé cuando gusto, cuando mi movimiento es lento y
soy viento fresco.
soy viento fresco.
Viento que refresca los días de calor intenso,
que acaricia el rostro encendido proporcionando alivio.
Yo sé cuando no gusto, cuando me convierto en ráfaga
de viento violento,
de viento violento,
huracán, tormento. Que destruye, cansa y enfada.
¿Cómo detener este miedo intenso que arrasa?
¿Dónde va a parar ese viento violento que
desaparece lejos pero,
desaparece lejos pero,
dónde pone freno a esa furia que no cesa y cava tumbas?
¿Dónde voy a ir a parar yo, cuando deje de soplar?
Cuando avive un fuego y produzca un incendio desastroso.
O en el mar un maremoto.
¿Cuándo arrase una tierra fértil, arranque árboles y
deje espinos y el terreno árido?
Madre naturaleza, Madre, ayudame con la paciencia.
Estoy cansada, de tanto horror y violencia.
Quizás la paciencia, después de un desastre y
la destrucción venga la calma y la reconstrucción.
La esperanza en mí, es un tiempo que pasa y se agarra fuerte a la confianza.
Volverá la calma, la serenidad e incluso el buen humor.
Mientras tanto seguiré luchando, si me dejáis a vuestro lado.
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