martes, 21 de agosto de 2012

Sufrir es más fácil que buscar soluciones


Bert Hellinger decía una y otra vez en sus seminarios:
 “Sufrir las cosas es más fácil que solucionarlas”. Hay ahí escondida una gran verdad.
Sufriendo siento que formo parte de mi sistema familiar. Pero si resuelvo mis problemas, en cierto modo estoy sola.
Algunas personas mantienen siempre encendida el fuego de la cólera y de sus reproches.
El odio es como mínimo un lazo tan fuerte que el amor.
En los reproches seguimos ligadas a nuestros  progenitores como si fuéramos niñas.
Aceptar las debilidades de nuestros progenitores, absolverlos de sus defectos y dejarlos marchar, es signo de madurez.

RECONCILIATE CON TU INFANCIA de Ulrike Dahm

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